viernes, 8 de junio de 2007

La narrativa de V. de la Fuente

Traigo aquí unas líneas de alguien que sabe de verdad sobre estos temas.
Es un pequeño artículo de Jesús Cuadrado publicado en el boletin nº 36-37 de Bang en el año 1972 y creo que es muy ilustrativo de la narrativa del maestro. Yo sólo he añadido las imagenes para hacer más didáctico el mensaje.

El salto cualitativo de Victor ha sido gigantesco desde aquel guión aparecido en El Cuco (2 al 8) titulado "La pequeña guerra de Hans". Era un guión al uso, pero no sólo bueno tematicamente, sino formalmente. Salvo algunos pequeños problemas en los bocadillos, la historia se desarrollaba con toda fluidez y acertada precisión. Aún V. de la Fuente no había experimentado sobre la tercera dimensión de su puesta en escena. El guión data de 1965.

Por eso la aparición de Haxtur es una sorpresa. Ya en la primera plancha la planificación es desbordante. Los saltos de tiempos muertos que median entre la primera viñeta y la segunda obligan al lector a un trabajo intelectual al que hasta ahora no se le había acostumbrado a través de la historietaLa localización del paraje en el que se va a desarrollar la acción ha de ser determinada por el propio lector, puesto que el autor no coloca ningún texto de apoyo locativo, no utiliza la cámara muda para redondear el salto, no situa al personaje cercano al lector; es más, la quietud, el reposo, la paz del primer encuadre se contraponen con la violencia en la angulación del segundo. El personaje no utiliza las demarcaciones de la izquierda, que son las fáciles en la memoria del lector; el personaje está colocado en la derecha inamoviblemente y el acercamiento en zoom para terminar en picado lateral es la única concesión al lector. Si la cámara se hubiera acercado por la izquierda, y hubiera terminado su viaje sobre el occipucio del guerrero el lector no podría pasar la págin alegremente: habría de volver atrás o interrumpir la lectura.


Pero Victor no se ha detenido ahí y ha introducido un nuevo ritmo que en Mathai-Dor ha llevado a su perfección: la simultaneidad en la acción de cada viñeta para salvar los tiempos muertos y la proliferación de momentos narrativos. El haber rodeado al heroe de compañeros ha obligado al autor a contar varias historias al mismo tiempo y, lo que es más importante y agobiante, perfectamente diferenciadas. Así, la plancha final del capitulo publicado en Trinca nº 37, es definitoria de la primera fórmula. Los mismos bocadillos, que aparentemente podrían resultar prolíficos, ceden al lector las posibilidades de que vea las ausencias de los tiempos muertos. Por su parte, la segunda fórmula esta clarament ejemplarizada en el capítulo del nº 40, en las dos últimas viñetas de la penúltima plancha.


¿Como pueden resolverse estos problemas a la hora de concebir el guión? La respuesta no puede ser más elemental: sabiendo el desarrollo de toda la historia con todas las piezas del rompecabezas. El autor no sólo sabe como empieza la historia, cómo acaba, cómo son sus personajes, sus atuendos, sus armas, sus amigos, cómo los parajes donde se desarrolla la acción...El abocetado de Victor no sirve para nada en manos de otro dibujante. Las acotaciones geométricas en que sitúa el tiempo de cada acción son incluso fijadas inicialmente. El escenario de V. de la Fuente es tridimensional en cuanto conoce la historia.


Se puede imaginar entonces los esfuerzos agotadores que supone poner en escena un guión habitual, cuando se posee la ambición y la capacidad profesional de Victor. Un ejemplo perfecto de ello lo tenemos en su historieta "Estoy muerto, Egipto, muerto", publicado en el numero 1 de Vampus (y en el 2 del Creepy de Toutain), hstorieta que nos muestra diáfanamente la incopatibilidad entre guionista y dibujante: todos los encuadres y angulaciones de este guión son un constante ejemplo de escape para salvar la historia por parte del dibujante; así ha conseguido maravillas, como en las 2 primeras viñetas de la penúltima plancha del guión, uniendo tiempos, acción y ritmo.

D. Jesús puso en palabras claras lo que algunos no somos capaces de explicar sobre el trabajo de este gran autor y que demuestra una vez más, -por si hiciera falta alguna- que no estamos únicamente ante un maestro sino también ante un artista que ha hecho avanzar la historieta con hallazgos no sólo mejores, sino muy anteriores a los conseguidos por otros autores archireconocidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Usted y su divina paciencia.

Gracias por la cita.

JCuadrado
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