viernes, 29 de junio de 2007

Esteban Maroto. 2ª parte.


Algo más tarde lo supe. Al parecer un grupo de críticos y aficionados fancineros habían mandado a la redacción de Trinca fotocopias de tebeos yanquis y europeos donde quedaba claro que Maroto se había "inspirado" en demasía para sus viñetas de Alma de Dragón.
Al parecer, los espiritus de los poetas no habían ayudado a Maroto esta vez. Alguna de sus fuentes eran demasiado recientes y a los avispados críticos de la época, que ya sabían de lo mucho que el autor bebía en diversos estanques, esta vez les pareció que a Maroto ya se le había ensalzado bastante, que se había pasado de la raya, tanto premio y tanta gaita, se iba a enterar este.

Pero las historias de terror y fantasía seguían apareciendo y pronto nos olvidamos de Alma y seguimos disfrutando del resto de su obra...aunque claro, ahora no podías evitar fijarte en que algunos dibujos te recordaban cosas, otros tebeos, otros libros, cuadros, imágenes, pero Maroto conseguía integrar todo ello en sus páginas barrocas, que a pesar de todo, continuaban siendo mucho más sugerentes que las de otros autores, mejores dibujantes, tal vez, pero más frios, más impersonales.

Maroto dibujaba muchas páginas, demasiadas tal vez, para mantener un listón medio. En 1979 se publicaron La esfinge (en 1984) y Korsar (en Cimoc), y el trabajo del autor daba serias muestras de cansancio, ya no se molestaba tanto en sus composiciones de página y aunque no era un gran narrador, tampoco era confuso y sí lo bastante profesional para salir de cualquier apuro. Pero eso no bastaba. Se repetía, se copiaba a sí mismo continuamente y sus fans nos sentimos bastante decepcionados. Su trabajo no avanzaba, ni en lo artístico, ni en lo conceptual, más bien al contrario. Se había instalado en un cómodo planteamiento (pues seguía teniendo muchos más admiradores que cualquier otro autor de la época, no habia más que ver las cartas de las revistas de Toutain) y producía página tras página como un autómata.

En el año 1983, comienza aparentemente una colaboración con Rambla, la revista de moda del momento, comic de autor y tal, no historietas de agencia ni de ida y vuelta. Autores responsables al 100% de su trabajo. Y digo aparentemente porque sólo dibujó una historieta y una página en el siguiente número. Y en el número en el que se habla de esa colaboración (el 10), aparece una entrevista firmada por Ana Salado. Allí queda claro que el autor conoce sus fallos y debilidades, es más, ante la pregunta: "No pareces demasiado satisfecho de tu etapa como dibujante..."
Maroto responde: "Y no lo estoy, desde luego. Reconozco que en un determinado momento tiré la toalla y que he hecho mucha mierda. Eso es malo por si mismo, pero es que además se corre un riesgo muy grande, y es que al final llegas incluso a que te guste ese mal trabajo; vamos, que le tomas gusto y pierdes el sentido crítico y la perspectiva sobre lo que estás haciendo. Y cuando haces mierda, tienes que saber al menos que la estás haciendo".

Sin embargo, la historieta que publica Rambla tiene buena pinta y parece que el autor se recupera, pero sólo es un espejismo, como digo, no publica más en esta revista y siguen apareciendo sus trabajos en las revistas de Toutain, rebotes de USA y series de producción propia con parecidos resultados: mediocridad.

Y a todo esto, Maroto sigue realizando en paralelo un meritorio trabajo de ilustración, que siempre le ha funcionado, trabaja el color y lo hace bien, parece que todo el cariño que ha abandonado en sus historietas lo vuelca en las ilustraciones, con un nivel medio mucho más alto, son quizá más cómodas de realizar, pura fantasía, de la que está sobrado, mucho trabajo técnico y poco intelectual.

Nave prisión (con Bruce Jones), Zoo fantástico, Zodíaco (con Abuli), Loves Stories, nuevas historias e ilustraciones que siguen apareciendo en 1984 y Comix Internacional, pero ya sus admiradores vamos perdiendo interés y Los Mitos de Chtulhu, Red Sonja, y otros encargos no motivan tampoco demasiado, sólo alguna ilustración suelta para portfolios y alguna portada apareciendo acá o allá parecen a la altura del dibujante.

Como anécdota reciente, mencionar que en ebay, el propio Maroto pone a la venta alguna de sus ilustraciones originales. Por unos 1000 dólares, cualquiera puede tener un buen Maroto en casa...

jueves, 28 de junio de 2007

Esteban Maroto. 1ª parte.

Esteban Maroto, Madrid 1942. Autodidacta, dibujante y guionista.
Comenzó a publicar a finales de los años 50, cuadernillos de aventuras, etc. A través de Selecciones ilustradas, pronto comenzó a trabajar para el mercado inglés e internacional.

En el año 1967, los tebeos de ciencia ficción eran una rareza en España, los superheroes Marvel aún no habían aparecido en escena entre nosotros y salvo alguna cosa que llegaba de rebote de Inglaterra y las publicaciones Novaro, no había mucho a lo que incar el diente.

Y entonces apareció 5 x infinito. Para un crio que leia Capitanes Truenos y Novaros era la leche. Unos dibujos fantásticos, y a mi me gustaba dibujar. Y con unas chicas guapísimas, además, y con ropas ajustadas. Los guiones parecían super modernos, guardianes de la galaxia, robots, ¡uf!, aquello eran comics, lo menos, no simples tebeos. Me hice marotiano, claro, y busqué todos los números de aquellos pequeños cuadernos, que además traían también a Delta 99, más ciencia ficción. La felicidad completa. Me hice marotiano y gimenezista.
En el año 1971, aparecieron unos fasciculos editados por Burulán, de título Drácula, donde aparecían unas historias de ¡Maroto!, y a color,. Joder, joder.¡Qué bueno!, no era ciencia ficción, pero era casi mejor, barbaros guerreros, esqueletos con espadas y chicas de trajes... bueno, sin trajes, casi. Una maravilla de luz y de color. Y además unas historias de Sió buenísimas, de miedo, pero de miedo de verdad; joder, que yuyu esas chicas solas en casa, y los gatos, y los niños de Sió. Nada, nada, Marotiano, Gimenezista y ¿Sionista?, bueno Sionero. Y el Beá. Pero aún era yo muy joven para apreciar aquel Beá.
Y nació TRINCA!. Bueno, bueno, que os voy a decir de lo que le pareció Trinca a un aprendiz de dibujante... pero no nos desviemos, porque en los primeros números se publicaba una historia llamada La Cobra de Rajastán firmada por Maroto junto al Grupo de la Floresta, ¿y esos?, había que averiguar quienes eran esos de la Floresta.
La Cobra era una historia como más de aventuras clásicas, en la India y tal. Claro, los guiones eran de Yañez; en los profesionales de Carlos Gimenez aparece un Manuel Yañez, guionista bastante patoso y gran persona, pues ese.
No estaba mal, pero yo quería el Maroto fantástico, y ¡hala! en el diario Pueblo, que traía un suplemento de historietas semanalmente apareció... chaaan, Manly, el guerrero. Bueno, no tengo palabras, más barbaros sangrientos, brujos, más esqueletos, chicas con conchas, y cosas colgando del pelo, pero supermodernas, y con ese pelo de mil mechones. ¡Que gozada!.
Resulta que lo del 5 x infinito iba a traer cola. A los americanos, Toutain mediante, le habían encantado las historias y a Maroto se le abrieron las puertas de los USA, un saltito y ya estamos en Warren. Deme usté guiones, deme, que me los como toos, y además le vendo barato el Manly, que se que le gusta, Don James, ¡ah!, que quiere llamarle Dax, como la tipografía, pues nada, Dax el guerrero y no se hable más.

No era el único a quien le gustaba, los premios le llegaban de todas partes, USA, Francia, Italia..., los críticos se deshacían en elogios, entrevistas en diarios y ¡en TVE!, que si el nuevo comic, el boom, ya sabeis, ese que hay cada 4 o 5 años desde entonces.

Y las historias iban llegando a España, en Dossier Negro, y en Vampus, y luego en Rufus, Vampirella...Maroto por todas partes, y cojonudo, oiga, barbaros, guerreras, esqueletos de señores y de caballos, y de magos y gnomos en sus bosques y chicas con y sin ropa, ¡madre mia! que buenos tiempos para los lectores de tebeos, y casi todo en blanco y negro, aquellas historias no podían ser de otra forma, con sus pelos flotando y las rayitas, miles de rayitas, raspados, esponja, tela de saco, pincel, pluma, caña, trapos, dedos, y más raspados... que maravilla.

Entonces ocurrió algo, algo, como diríamos... inesperado para quien no estaba metido en circulos de aficionados y entendidos. Alma de Dragon, que se estaba publicando en Trinca, dejó de publicarse, de golpe y porrazo. ¡Qué palo!, con lo bien que iba, con esos colores, en colores directos por una vez, parecian rotuladores Carioca, pero a mi no me salía así; brillantes, efectistas, transparentes. ¿que habrá pasado?.

lunes, 25 de junio de 2007

Rafael Auraleon


Rafel Auraleón empieza su carrera profesional en los años 60 de la mano de Toutain. Fué por tanto uno más de la pléyade de profesionales que trabajaban a través de Agencia -Selecciones Ilustradas , básicamente- para publicaciones de todo el mundo.
Trabajos de sindicación que tocaban todo tipo de temas, según las modas del mercado de cada pais: guerra, western, aventuras, ciencia ficción, romance...
Auraleon realizó muchísimas historias sin personaje fijo, pero hay al menos uno en aquella primera epoca profesional que tuvo cierta continuidad: Nosy Parker, un personaje western que se publicó en las revistas de Editorial Novaro entre otras.
Dibujó tambien, cómo no, las sempiternas historias de guerra para inglaterra, el mayor mercado para nuestros dibujantes en los años 60.
Con deseo de abandonar estos trabajos repetitivos y opacos realizó algunas historias de aventuras donde ya destaca su gusto por los contrastes en el dibujo de sus páginas, una de estas, El ultimo Mohicano, muestra ya los rasgos y el estilo con que inició sus trabajos para la Warren poco despues.
En efecto, a principios de los 70 comenzo a colaborar con las revistas Warren, donde fue uno de los dibujantes mas apreciados y por tanto prolificos, estando presente sus historias hasta el final de estas publicaciones. Sus historias mejores fueron
las del primer ciclo y más adelante quizá el personaje de Phanta, una mujer pantera, le animo a entregar unos trabajos bastante meritorios. Como a casi todo dibujante de
producción masiva, la ilusión de trabajar en un personaje propio le procuraba más emoción y gusto por el trabajo que seguir repitiendo los mismos esquemas una y otra vez en historias cortas de lo más irregular.
Auraleón realizó en paralelo un buen trabajo como ilustrador, encargos que seguramente le reportaban más satisfacción que las historietas, por el gusto con que mezclaba esas elegantes composiciones de figuras y fondos, típicas también de otros autores, pero en su caso marcadas por un dramatismo de contrastes en rostros y expresiones que le daban un carácter singular.

Sus posters para la revista Vampus y las ilustraciones del libro Vampiros, de editorial Sudamericana, eran un trabajo sin duda a su medida.
A pesar de la cantidad de historias realizadas para la Warren, no tuvo la suerte que si tuvieron otros como González, Maroto, Ortiz, etc, de ver reconocido su trabajo con los premios que regularmente entregaban estas revistas, algo endogámicos pero que servían de acicate para estos hombres que además de ganarse la vida con su trabajo, quieren ver reconocido su arte entre el gran público.
Su estilo fue variando a lo largo de casi una década en que trabajó en este tipo de historias , las primeras, con tratamiento de blanco y negro puros, dieron paso a otras, con aguadas, raspados y un aspecto delicado pero sin perder el trasfondo siniestro que debian tener.

Poco a poco fue notando el cansancio y hastío que le producia este trabajo y harto de unos guiones facilones y repetitivos sin la chispa que caracterizaba los primeros tiempos, intentó producir algunas historias más personales, de tipo fantástico, con un humor surrealista para las revistas de Toutain, pero tampoco cuajaron aparentemente entre el publico. Una pena, realmente, quizá era ya un poco tarde para estos intentos de tipo fantastico y surrealista, espacio ocupado por algún otro autor y con unos temas bastante agotados en general.
En resumen, otro caso más de un buen dibujante exprimido por la raquitica industria patria que no supo o no pudo escapar de la cadena de produccion masiva que era el mercado de historietas en esos años.

viernes, 22 de junio de 2007

Haggarth III




A raiz del debate de datos con el amigo Anguloagudus, no he tenido más remedio que buscar entre los legajos del fondo del armario para aportar información más precisa a los textos que aquí introduzco y no fiarme tanto de la memoria. Conservo una suculenta entrevista en francés de Henri Filippini en Schtropumpf -fanzine profesional de articuos y entrevistas- donde se hace un repaso también a la obra de Victor y al llegar a su último personaje, Haggarth, que empieza a ser publicado en A Suivre -la revista es del 78, esta vez, si- Victor dice: "Estoy muy satisfecho de ver vivir por fin a este personaje que me ha costado tanto trabajo, pues lo estudio desde hace varios años. Un trabajo dificil, pues quería hacer una especie de continuacion de Haxtur, pero con un protagonista muy diferente. He dibujado incluso 15 páginas en 1975, pero como no estaba convencido del todo, he comenzado de nuevo: he rehecho todo el guión y he comenzado a dibujar la historia. He cambiado también el formato. las 15 primeras planchas eran más pequeñas, ahora trabajo al doble de tamaño. He realizado esta historia por mi cuenta esperando encontrar al editor ideal y he pensado que si no lo encontraba, yo mismo lo publicaría más adelante".

miércoles, 20 de junio de 2007

Haggarth II




3 nuevas ilustraciones sobre el mejor personaje de Victor de la Fuente. Se nota que el maestro está a sus anchas y en su salsa, en la cima de su arte y con un personaje en el que tiene puestas muchas ilusiones. Estas ilustraciones tienen todo el aspecto de ser una presentación del personaje a los editores. A victor siempre le ha gustado la espada y brujería tratada a su manera ¿más a la europea, quizás? con personajes atormentados y una carga dramática interior que no tienen los personajes de R. E. Howard y sus seguidores americanos. Se nota que con este personaje, Victor pretende trascender la mera historieta de aventuras, si lo consigue o no es otro debate, claro...

domingo, 17 de junio de 2007

Haggarth I


















En el año 1973 se publicaba en Italia una nueva revista llamada Comics Land Portfolio, dedicada a los mejores dibujantes europeos, en blanco y negro, con un excelente papel y reproducción y un tamaño generoso. En realidad eran monográficos dedicados cada uno a un autor, que comprendían una entrevista y un repaso a base de ilustraciones a página completa de sus mejores obras.
El primer número estaba dedicado a Victor de la Fuente.
Tras la entrevista con diversas fotos del autor se mostraban páginas de Sunday, Haxtur, Mathai-Dor, Amargo y un amplio portfolio dedicado al personaje que entonces se estaba publicando con éxito: Haggarth.
Alguna de estas ilustraciones las vimos aquí publicadas más tarde, otras creo que no han sido publicadas o lo han hecho de forma dispersa; en cualquier caso y como son magníficas, no resisto el deseo de compartirlas con los amantes del dibujo de Victor.

martes, 12 de junio de 2007

El gran Pepe González


Ahora que vuelven a estar de moda las folclóricas y los toreros, he encontrado esta ilustración del gran Pepe González que me viene como anillo al dedo. Fué publicada en una revista sexy italiana e ignoro si se publicó en España de rebote. Sus mujeres siguen siendo sin duda las mejores de la profesión. Qué mirada más pícara y que cuerpo, señores mios. Está realizada además con materiales más propios de este medio y no con los lapices de colores con los que acostumbraba a hacer sus ilustraciones, que no digo que no tenga merito, claro. Una vez reproducido parecía oleo, acuarela o lo que el amigo quisiera que pareciese.

viernes, 8 de junio de 2007

La narrativa de V. de la Fuente

Traigo aquí unas líneas de alguien que sabe de verdad sobre estos temas.
Es un pequeño artículo de Jesús Cuadrado publicado en el boletin nº 36-37 de Bang en el año 1972 y creo que es muy ilustrativo de la narrativa del maestro. Yo sólo he añadido las imagenes para hacer más didáctico el mensaje.

El salto cualitativo de Victor ha sido gigantesco desde aquel guión aparecido en El Cuco (2 al 8) titulado "La pequeña guerra de Hans". Era un guión al uso, pero no sólo bueno tematicamente, sino formalmente. Salvo algunos pequeños problemas en los bocadillos, la historia se desarrollaba con toda fluidez y acertada precisión. Aún V. de la Fuente no había experimentado sobre la tercera dimensión de su puesta en escena. El guión data de 1965.

Por eso la aparición de Haxtur es una sorpresa. Ya en la primera plancha la planificación es desbordante. Los saltos de tiempos muertos que median entre la primera viñeta y la segunda obligan al lector a un trabajo intelectual al que hasta ahora no se le había acostumbrado a través de la historietaLa localización del paraje en el que se va a desarrollar la acción ha de ser determinada por el propio lector, puesto que el autor no coloca ningún texto de apoyo locativo, no utiliza la cámara muda para redondear el salto, no situa al personaje cercano al lector; es más, la quietud, el reposo, la paz del primer encuadre se contraponen con la violencia en la angulación del segundo. El personaje no utiliza las demarcaciones de la izquierda, que son las fáciles en la memoria del lector; el personaje está colocado en la derecha inamoviblemente y el acercamiento en zoom para terminar en picado lateral es la única concesión al lector. Si la cámara se hubiera acercado por la izquierda, y hubiera terminado su viaje sobre el occipucio del guerrero el lector no podría pasar la págin alegremente: habría de volver atrás o interrumpir la lectura.


Pero Victor no se ha detenido ahí y ha introducido un nuevo ritmo que en Mathai-Dor ha llevado a su perfección: la simultaneidad en la acción de cada viñeta para salvar los tiempos muertos y la proliferación de momentos narrativos. El haber rodeado al heroe de compañeros ha obligado al autor a contar varias historias al mismo tiempo y, lo que es más importante y agobiante, perfectamente diferenciadas. Así, la plancha final del capitulo publicado en Trinca nº 37, es definitoria de la primera fórmula. Los mismos bocadillos, que aparentemente podrían resultar prolíficos, ceden al lector las posibilidades de que vea las ausencias de los tiempos muertos. Por su parte, la segunda fórmula esta clarament ejemplarizada en el capítulo del nº 40, en las dos últimas viñetas de la penúltima plancha.


¿Como pueden resolverse estos problemas a la hora de concebir el guión? La respuesta no puede ser más elemental: sabiendo el desarrollo de toda la historia con todas las piezas del rompecabezas. El autor no sólo sabe como empieza la historia, cómo acaba, cómo son sus personajes, sus atuendos, sus armas, sus amigos, cómo los parajes donde se desarrolla la acción...El abocetado de Victor no sirve para nada en manos de otro dibujante. Las acotaciones geométricas en que sitúa el tiempo de cada acción son incluso fijadas inicialmente. El escenario de V. de la Fuente es tridimensional en cuanto conoce la historia.


Se puede imaginar entonces los esfuerzos agotadores que supone poner en escena un guión habitual, cuando se posee la ambición y la capacidad profesional de Victor. Un ejemplo perfecto de ello lo tenemos en su historieta "Estoy muerto, Egipto, muerto", publicado en el numero 1 de Vampus (y en el 2 del Creepy de Toutain), hstorieta que nos muestra diáfanamente la incopatibilidad entre guionista y dibujante: todos los encuadres y angulaciones de este guión son un constante ejemplo de escape para salvar la historia por parte del dibujante; así ha conseguido maravillas, como en las 2 primeras viñetas de la penúltima plancha del guión, uniendo tiempos, acción y ritmo.

D. Jesús puso en palabras claras lo que algunos no somos capaces de explicar sobre el trabajo de este gran autor y que demuestra una vez más, -por si hiciera falta alguna- que no estamos únicamente ante un maestro sino también ante un artista que ha hecho avanzar la historieta con hallazgos no sólo mejores, sino muy anteriores a los conseguidos por otros autores archireconocidos.