viernes, 22 de octubre de 2010

Los alimentos de Victor de la Fuente

Se dice que cuando un gran autor que habitualmente realiza sus propias obras a su gusto y manera, ha de recurrir por motivos ocasionales de falta de mercado a realizar trabajos de encargo, que se trata de trabajos alimenticios.
Realmente, todos los trabajos son alimenticios, pues los autores no sólo viven de buenas críticas y aficionados fieles, tambien les gusta de vez en cuando llevar algo de dinero a casa, no, por si hay que comprar medicinas y llevar a sus hijos al colegio y eso.





Mortimer es un cazarecompensas que vive en una cueva, lo normal, allí tiene colgados los pasquines de los hombres a los que va a perseguir, además, tiene problemas emocionales serios y de vez en cuando le da por beber al hombre.

Tal vez estos trabajos, destinadas a un mercado de consumo rápido, con un papel y una edición baratos, no nos resulten a primera vista tan atractivos, pero cuando tenemos a nuestro alcance los originales de estos trabajos, es cuando vemos realmente el esfuerzo realizado en ellos y el mérito que tal vez se nos había pasado por alto.


Toda esta larga introducción se debe a que tras haber caído en mis manos los originales de una de estas obras, en concreto del personaje Mortimer, western publicado originalmente en Italia por Ediperiodicci, yo mismo he tenido que reconocer que mis prejuicios sobre este tipo de trabajos eran infundados. ¡Ah, los originales!, ahí estaba la diferencia.


Sexo, violencia y secuencias verticales, sus figuras viven y giran con el entorno.

Bien es cierto que este trabajo lo realiza Víctor en el año 1973, es decir, justo antes que su Amargo ¿le serviría de banco de pruebas de alguna manera?, ¡quién sabe!, no se si alguien le preguntó a Víctor sobre estos trabajos "alimenticios", pero si sabemos que el no renegaba de ninguno de ellos.


¡Qué bien se mueren los vaqueros de Víctor!

Y que bien sabe un cigarrito tras el deber cumplido.

7 comentarios:

HORACIO DIEZ dijo...

Estupendo material, Manuel.
En este trabajo, que fue, seguramente, aceptado por Víctor de forma "alimenticia", mantiene un nivel altísimo de dibujo, una soltura que a partir de "Amargo" va perdiendo. Aquí vuelve a dar un recital de cómo poner los negros.
Gracias por tu blog que cada entrada es un descubrimiento maravilloso.
Un abrazo.

Jesús Duce dijo...

Increíble material de cuya posesión no puedo dejar de tener envidia. ¡Qué suerte, por los dioses!
Sin lugar a dudas, se percibe la maestría de Víctor más allá de las circustancias transacciales.
Un abrazo

zetaatez dijo...

me gustaria que me lo pudiera bajar pero no veo los links de bajada ?si estan ¿ donde, gracias por la contestacion

Paco Nájera dijo...

Bueno, no puedo menos que compartir lo dicho. A pesar de ser un trabajo alimenticio y no tener un acabado tan pulido como otros lo cierto es que tiene un altisimo nivel. Dicho esto, yo tambien conseguí hace poco en Ebay los originales del nº 3 de Mortimer. Uno de los mayores placeres que me he procurado en los últimos años.
Si alguien esta interesado, en Ebay siguen apreciendo, con cuentagotas, algunos originales (lotes de 1 o 2 páginas) de esta serie y a buen precio.

Mo Sweat dijo...

Siguiendo con una comparación que ya establecí una vez, ver a De la Fuente realizando trabajos "alimenticios" es como ver a John Buscema dibujando cómics al ritmo de tres o cuatro páginas por día; no están a su máximo nivel, pero el resultado sigue siendo buenísimo, muy por encima de la mayoría del resto de los mortales.

Aunque los acabados no sean tan depurados, la narrativa gráfica, las anatomías perfectas, la composición de página y la perfecta sensación de movimiento de sus figuras siguen estando ahí...

Saludos.

Manuel Deskartes dijo...

Horacio, no puedo estar más de acuerdo contigo, creo que hay un punto de inflexión en el trabajo de Víctor después de Amargo, es como si a partir de entonces se empeñase en demostrar lo buen dibujante que era, algo totalmente innecesario, perdiendo parte de su frescura y soltura, ciertamente hubo un cambio, aunque seguía siendo un genio. Pero has tocado un punto interesante, ya hablaremos...
Paco, ¿a que molan?.
Mo: la media de páginas en el caso de Víctor era muy superior, era un auténtico superdotado.

Anónimo dijo...

Esos trabajos alimentarios hechos con el reloj a la espalda resultan reveladores del gran talento de Victor.
Gracias Deskartes