




Manuel Zatarain Adulce, "Zata". Valladolid 1928.
Comenzó muy jóven, hacia 1944, en la revista Maravillas y en Flechas y Pelayos, en 1947 dibuja para el diario Norte de Castilla una historia de platillos volantes. En 1952 "Goyo y Nico" para Boy y "Quique Banderas" para Chicos en 1954 con guiones de José Mallorquí.
Deja entonces la historieta y comienza a trabajar en publicidad hasta 1959 que le contrata la agencia "Ibergraf" para realizar "Capitán Martín, de la patrulla de los diamantes". Una historieta en forma de tiras diarias para periódicos, que se vende a varios países.
Para la Fleetway británica hace historias policíacas: "Can you catch a crook" que en España publica la revista "Tucán" en 1965. En 1968 comienza la serie "Miguelín" sobre los cuentos de Aguirre Bellver para el suplemento de Pueblo, "El Cuco", además de ilustraciones para revistas, cuentos, etc.
Desde el año 1970 se dedica a la pintura de forma profesional y en 1979 abandona el comic definitivamente. O casi, porque en los años 80, al menos publicó una página más en la revista Comix Internacional en la serie "El comic vivo".
Las ilustraciones corresponden a la edicion española de las historias policíacas inglesas y algunas páginas de "Capitan Martín..." donde es evidente la fuerte influencia de Alex Raymond. Influencia muy bien asimilada, por otra parte, pues su puesta en escena y su buen hacer en las escenas de acción, le elevan sobre la mayoría de sus contemporáneos y nos hace pensar en las cotas a las que hubiese llegado este autor de haber continuado su carrera en el mundo del comic.